Entre Cristo y un Marx cotidiano...

o de las motivaciones de Freire




La Educación o el proceso educativo, lo que para muchos de nosotros es una mera transferencia de conocimiento entre docentes y estudiantes, adquiere un significado radical cuando de ello habla Paulo Freire: la Educación es un acto de Amor, y más aún, un acto de empatía hacía aquellos a quienes la sociedad ha colocado en situaciones de desventaja, de opresión y  sujeción de sus cuerpos a "condiciones históricas, materiales" de dominación.

Si nos atenemos a entender la Educación como una forma de adaptación del individuo al sistema, adoptamos una contemplación fatalista de la realidad, de resignación; vaya que no bastará con lamentarnos de lo mal que está el mundo, es preciso actuar,  y la tarea del educador es ser un agente que provea los elementos de juicio y crítica a otros seres humanos a fin de lograr la transformación de esas condiciones de dominio.

Por ello, no es casual que el maestro brasileño que comenzó su carrera docente en las parroquias, afirme que su fe en los valores que movieron al Cristo, lo llevaron a encontrar a Marx en las calles, en los rostros de los "sin tierra" y buscar junto a ellos una transformación de sus condiciones históricas, por medio, sí, de la rebeldía.

Qué mejor arquetipo del "sujeto rebelde", del "sujeto transformador de la historia" que el de aquel Jesús que luchó contra el orden y la hipocresía (sinvergüenzura) establecida por los fariseos.
Auto-asumido entre los rechazados, entre los excluidos y los lapidados por un sistema donde tampoco había lugar para el "querer ser" o amar al semejante como si fuera a uno mismo, Freire, al seguir los pasos de esa imagen del nazareno rebelde, practicará y abogará por un proceso educativo distinto al dictado por el sistema económico-ideológico imperante, de la ‘bancarización’ las aspiraciones de los sujetos. 

La Educación, cuando asumimos que somos seres inacabados, proveerá a docentes y estudiantes de elementos para una continua autocrítica y revisión de sus visiones de la realidad, de su entorno.
 Por lo tanto a diferencia del proceso educativo acorde al sistema, la Educación para Freire es distinguir al estudiante como un sujeto activo que dará al docente la oportunidad de objetivar su práctica a las contradicciones sociales, lo que significa un compromiso emocional y ético en la recreación del fenómeno educativo.
Por lo tanto, el educador es un sujeto revolucionario que ha encontrado en los estudiantes una comprensión crítica de sí mismo: digámoslo así, Jesús de Nazareth tuvo en sus apóstoles su propia observación crítica y las respuestas a la recreación de sus enseñanzas que sentará las condiciones espirituales y materiales de la liberación de él y su pueblo.




Referencias:
Freire, P. (2002). Cartas a quien pretende enseñar. Buenos Aires: Siglo XXI Editores. Obtenido de: http://www.colegiodeprofesores.cl/wp-content/uploads/2017/06/Paulo-Freire.pdf 

Comentarios

  1. Es interesante, y al mismo tiempo lógico, tratar de contrastar y comparar la vida de Jesús de Nazareth dentro del contexto educativo-pedagógico, tomando como referencia varios pasajes de su vida como meros ejemplos para ilustrar la función docente. Sin embargo, me resulta un tanto incomodo pensar que, el hecho de que Freire, al igual que Jesus de Nazareth, haya optado por una postura de educación para los menos afortunados dentro de esta esfera socio-educativa, haya sido simplemente con un objetivo controlador de masas de trasfondo. Al final de cuentas, quizá ambos pensaron al momento de aplicar sus modelos de enseñanza que, evidentemente, los menos hábiles son los más manipulables. Es un tanto cruel pensar que las buenas intenciones de ambos personajes tuvieran este tipo de finalidad, pero, por otra parte, la historia nos ha demostrado que, en ocasiones, una persona, al tratar de ayudar a las demás personas, termina cayendo víctima del poder y la inmundicia contra la que tanto luchó. Sino preguntémosle a Napoleón Bonaparte, por citar un ejemplo. Resulta apabullante pensar que todos estos cambios y revoluciones signifiquen un mero círculo vicioso, una vuelta a la ruleta con el objetivo de solamente irse rolando el poder. Al escribir estas palabras, llega a mi mente una frase que alguna vez un amigo citó frente a mí que dice más o menos así: "se dice que el mundo necesita cambios de todo tipo dentro de todos los niveles sociales y dentro de todos los ámbitos de desarrollo humano (política. religión, educación, economía, etc) pero, si somos un poco más críticos (y realistas) ¿realmente a todos nos beneficia el cambio? ¿realmente queremos el cambio? ¿realmente es necesario el cambio?"

    -MXNG-

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